Cómo enamorarte de ti
Imagina cómo te trataría la gente si les hablaras como te hablas a ti.
“A ver si te atreves ya, cobarde”
“Has vuelto a evitarlo, qué débil eres”
“Van a descubrir que eres un fraude”
Nos llegamos a maltratar con esa voz interna que critica, reprocha, castiga, insulta, grita.
Ese tipo de frases son tóxicas porque nos convierten en enemigos de nosotros mismos. Y los enemigos necesitan luchar en tensión constante. Haciéndose daño para que el otro no pueda hacer eso que tanto desea.
Estás leyendo esto porque el mundo te está dando un mensaje.
Termina la batalla contigo.
Es hora de firmar un pacto de paz.
Y una vez firmado, empezar un nuevo camino de auto-compasión. Porque el núcleo fundamental para sentirte a salvo y cómodo en tu propia piel, es enamorarte de ti.
El amor es el mayor antídoto para el miedo. Es la energía más poderosa que puede crear el humano. Tanto a nivel fisiológico como mental y emocional.
Con amor no me refiero a una pasión irracional tipo Romeo y Julieta. Eso no es amor. Es locura. Y tampoco significa ser arrogante y narcisista pensando que eres mejor persona que los demás.
Hay tantas ideas equivocadas rondando sobre el autoestima.
Una de las definiciones de “enamorar” es “aficionarse a algo”.
Me encanta.
Aficionarte a querer-te.
Quererte es estar de tu lado.
Tratarte con cariño.
Respetarte.
Aceptar tus imperfecciones (incluso encontrarles el gustillo).
Y por supuesto, desearte.
Es decir, exactamente lo mismo que haces, sientes y piensas cuando te enamoras de verdad.
Cuando empecé a investigar sobre el tema, encontré mucho “qué” y poco “cómo”. Es una pregunta que siempre me hice. “Vale, el autoestima es clave y lo entiendo, pero ¿cómo se crea?”
Después de mucho estudio y práctica, desarrollé una serie de técnicas y ejercicios que te enseñan paso a paso cómo enamorarte de ti. Si todo esto te resuena, te encantará el módulo 7 de mi nuevo curso online. Puedes acceder ahora desde aquí: https://hermanoslacasa.com/sistemas/
A medida que aprendas a crear auto-compasión, fortalecerás tu núcleo de paz interna y tu capacidad de generar coraje para poder hacer lo que te da miedo.
Es hora de disolver la batalla.
Se acabó. Te lo mereces.
¡El mundo te necesita!
